20 abril 2006
la burbuja
pues parecería una premonición, el autoretrato, así fue ésta... ésta... la pasé colgado de la pared, inmóvil, ni siquiera me rozó el viento; sin señales de ningún tipo, de ninguna referencia, de ninguna intención, sin ese sincero mirar a los ojos... como un mudo vomitando miles de palabras; ni martirio, ni flaqueza, simplemente nostalgia, de no se qué, nostalgia de futuro, de pequeñas piedras incrustadas entre los dedos de los pies, no hubo hambre, no hubo pasión, ni ganas de aprender a volar... incluso creo que deje de respirar... tal vez no agarré la química, pues se me escurrió entre las yemas, entre los días; había más días, multiplicadas las horas, infinito el sueño. los primeros auxilios llegaron ya tarde, muuuy tarde, sólo quedaban las ganas de llorar, de gritar, pero seguía el mudo vomitando (y aún no encuentro las lágrimas)... premonición de la jornada de una vida, no mi vida, la vida de mis pies, de mi garganta; vida, encerrado en esta caja de madera, ésta, la que cada vez se incrusta más en mis costillas y la que no me va a dejar dormir nunca más... estoy cerrando la puerta, afuera hace un frío de 30 grados, mañana volveré a empezar...
18 abril 2006
13 abril 2006
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